Como comunidad de hermanos, comprometidos con el Proyecto de Dios, nos reunimos para celebrar nuestra fe. Si hemos de gustar el “sabor” de las bienaventuranzas, la realidad se ve con ojos diferentes. La vida ya tiene otro sabor y otra iluminación. Los pobres de espíritu, los limpios de corazón, los misericordiosos son los que están …