Hoy, segundo domingo de Navidad, la Iglesia contempla lo profundo e invisible del misterio de Dios hecho hombre. En tiempos de Jesús muchos no lo quisieron reconocer ni recibir. Nosotros, que somos hijos de Dios, acojámoslo en nuestro corazón en este año recién comenzado, para que nos purifique de nuestros pecados y de cumplimiento a …