Hoy celebramos el tercer domingo del año litúrgico. En las lecturas escucharemos la eficacia y autoridad que la Palabra de Dios tiene. La misma Palabra aceptada y obedecida por un grupo de gente, los consagró como el Pueblo escogido. Más tarde, Cristo, al predicar la Buena Nueva nos anuncia que Él es aquella Palabra de Dios encarnada.
A Dios nadie lo ha visto. Él manifiesta su voluntad por la ley escrita en el corazón de los seres hermanos y por medio de los profetas inspirados. El pueblo, congregado en torno a Esdras, escucha con veneración la lectura del libro sagrado.
En su primera carta a los Corintios, San Pablo usa el ejemplo del cuerpo humano para explicar el gran misterio del Cuerpo Místico de Cristo. Todos nosotros somos distintos, pero formamos una comunidad y la cabeza de todo es Cristo.
La escena que nos cuenta hoy san Lucas tiene lugar al comienzo del ministerio de Jesús de Nazaret. Cristo leyó la parte bíblica que explica su propia misión como Mesías anunciado. Él es la Palabra de Dios encarnada.
Estas son las lecturas de este domingo y el vídeo del evangelio.