La celebración de Jesucristo, Rey del Universo, cierra el año litúrgico con el acento escatológico y apocalíptico propio de los últimos domingos. Cristo es el Alfa y la Omega, es decir: el principio, el centro y el fin de la historia humana que Dios convierte en historia de salvación. Cristo se manifestó ante Pilato; es Él quien nos revela al Padre. Vivamos en la Eucaristía de este fin de semana el gran gozo de tener a Cristo como testigo de la Verdad que nos guía hacia el Padre.
Estas son las lecturas de este domingo y el vídeo del evangelio.