La conducta de la viuda de Sarepta con el profeta Elías, a pesar de su extrema necesidad y la de la pobre viuda del templo de Jerusalén, que da todo lo que tiene para vivir, dibujan a escala menor la entrega total que de sí mismo hizo Jesús, el sacerdote y la víctima de la nueva Alianza que se ofreció para quitar los pecados de todos. Estas actitudes nos ayudan a pensar en «dar», «dar de sí», «darse».
En el Evangelio Cristo nos enseña que lo que Dios aprecia es la sencillez, la humildad y la generosidad. Él alaba la calidad humana, la buena intención y el significado de una ofrenda de una humilde y necesitada viuda. Ella ha compartido de lo que necesitaba para vivir
Estas son las lecturas de este domingo y el vídeo el evangelio.