La invitación que Dios nos hace a celebrar la Eucaristía es también una invitación a seguirle. El nos dá la fortaleza y el valor para no salirnos del camino. Iniciemos esta misa, conscientes del llamamiento que el Señor nos hace. Hoy la liturgia de la palabra nos invita al arrepentimiento y al seguimiento de aquel que nos salva, dispongamos nuestra mente y nuestro corazón a recibir este mensaje de salvación.
Estas son las lecturas de este domingo y el vídeo del evangelio.