Bienvenidos todos a la asamblea de los hijos de Dios. Dios sale a nuestro encuentro todos los días pero los domingos nos abre las puertas de su casa para ofrecernos su comida, su palabra y su hospitalidad.
Aceptemos hoy su invitación y abrámosle el corazón.
El Señor nos invita a orar creyendo que todo depende de Dios y también nos invita a trabajar creyendo que todo depende de nosotros. Esta eucaristía nos enseña a acoger a los hermanos con el mismo amor con que el Señor nos acoge a cada uno de nosotros.
Estas son las lecturas de este domingo y el vídeo de la celebración de La Palabra.