Sean bienvenidos, queridos hermanos, a la gran fiesta de Pentecostés, que nos hará testigos, al igual que al grupo de los apóstoles, de la venida del Espíritu Santo.
«Pentecostés», en griego, significa «día quincuagésimo» o «cincuenta días después». El 50 es un número que ya los judíos tenían asimilado desde hace siglos como símbolo de plenitud: una semana de semanas, siete por siete más uno. Es cuando celebraban, después del Éxodo, la fiesta de la recolección agrícola y la alianza que sellaron con Yahvé en el monte Sinaí, guiados por Moisés, a los cincuenta días de su salida de Egipto.
Los cristianos celebramos hoy, después de la Pascua-Resurrección de Jesús, su donación del Espíritu a la comunidad apostólica precisamente a los cincuenta días. No como fiesta independiente, sino como culminación de la Pascua.
Estas son las lecturas de este domingo y el vídeo del evangelio.