Doy gracias al Señor, no solo por la llamada que me hizo y me hace a seguirle o por la ordenación sacerdotal del 26 de octubre de mis tres compañeros y un servidor, sino también y sobre todo por la gente que está a mi alrededor acompañándome en el camino.
Soy un muchacho de 26 años de Miller Bajo, he aprendido y crecido mucho desde que entré al Seminario Mayor el 9 de septiembre del 2012, pero aun me queda por aprender y vivir.
Son los vecinos y vecinas de los pueblos por los que he pasado, y ahora en la Interparroquial de Tamaraceite y Lomo los Frailes, mis más grandes maestros y las mejores ventanas donde asomarme para encontrarme con un Dios que se hizo y hace hombre.
Espero ser un sacerdote fiel a su Iglesia y a su pueblo y estar cercano, especialmente, con aquellos que no se sienten tan cercanos a la Iglesia: nuestors jóvenes. Ellos no son solo el futuro, son el presente y los necesitamos para que verdaderamente aprender de ellos y construir, juntos, la Iglesia que Dios quiere en nuestros tiempos. Ese es el trabajo del Proyecto Luna que estamos llevando laicos y sacerdotes de la zona, pero también es el trabajo de toda una Iglesia que quiere dar respuesta al hombre y la mujer de hoy. Que sea un fiel discípulo del Señor y de la realidad en la que vivo.
POR CIERTO, EL DOMINGO 1O DE NOVIEMBRE A LAS 11 DE LA MAÑANA CELEBRARÉ LA EUCARISTIA DE ACCIÓN DE GRACIAS A LA QUE LES INVITO.