Bienvenidos todos a la fiesta cristina del día del Señor. Los hijos de Dios venimos a celebrar con gozo el amor que redime, llena y salva, el amor de Dios. Demos gracias al Espíritu que nos ha traído a su casa, estemos atentos a la Palabra que vamos a proclamar, y dejémonos inundar por la presencia serena y amorosa del Señor Jesús. El Espíritu de Dios trabaja siempre y trabaja a través de todos los que se dejan guiar por él. Nuestra misión es dejarle trabajar y animar a los hermanos a dejarse invadir por él.
Nadie es dueño del Espíritu. Nuestra misión es abrir las puertas del Reino de Dios a todos y eliminar todo lo que nos impide entrar y experimentar su poder.
Estas son las lecturas de este domingo y el vídeo del evangelio.