Nuestras comunidades cristianas están formadas en su mayoría por mujeres y hombres empobrecidos. Hoy la Palabra nos dirá, una vez más, que los humildes y los pobres son los preferidos del corazón de Dios. Él quiere realizar con nosotros un proyecto de vida y de salvación, donde aprendamos a compartir como hermanos todo lo que Él nos ha dado. Por eso, en esta celebración le damos gracias y le pedimos fuerzas para ser fieles a la misión que Él nos ha encomendado.
Estas son las lecturas de este domingo y el vídeo del evangelio.