Sean todos bienvenidos al tercer domingo de Adviento, llamado, desde hace algunos siglos, «Domingo de Gaudete» o de «alegría».
En este tiempo de adviento, los cristianos actualizamos la esperanza en la primera venida del Mesías, vivida por el antiguo Israel, y celebramos la esperanza del nuevo pueblo de Dios en en su segunda venida, al final de los tiempos.
La Palabra de Dios nos invita no solo a la alegría, sino que ofrece el auténtico motivo para la misma: la venida del Señor. El salmo responsorial nos recuerda que la alegría y la esperanza descansan en la fidelidad y lealtad de Dios, que vendrá para salvarnos. Esa venida es motivo de nuestra alegría; pero la Carta de Santiago nos pide que tengamos paciencia, porque esperar no es fácil y puede generarnos algún tipo de confusión, como a Juan el Bautista, según lo relata el Evangelio. Hoy nos llena de alegría saber que estamos ya muy cerca de celebrar el nacimiento de Jesús. El menaje profético de las lecturas de hoy nos invitan a la esperanza y la alegría.
Estas son las lecturas de este día y el vídeo de la liturgia de la Palabra.