Bienvenidos todos a la fiesta cristina del día del Señor en este domingo 26 del tiempo ordinario. Los hijos de Dios venimos a celebrar con gozo el amor que redime, llena y salva, el amor de Dios.
En la primera lectura Dios comunica su Espíritu a Moisés y a todo el pueblo. Qué magnífico sería si todo el pueblo de Dios acogiera su Espíritu.
Qué magnífico si todo el pueblo de Dios profetizara. Qué magnífico si todo el pueblo del Pilar se abriera al Espíritu de Dios. Dios no es tacaño en sus dones.
Y en el evangelio de Marcos leemos que el Espíritu de Dios trabaja siempre y trabaja a través de todos los que se dejan guiar por él. Nuestra misión es dejarle trabajar y animar a los hermanos a dejarse invadir por él. Nadie es dueño del Espíritu. Nuestra misión es abrir las puertas del Reino de Dios a todos y eliminar todo lo que nos impide entrar y experimentar su poder.
Estas son las lecturas de este domingo y el vídeo del evangelio.