Cumplir, cumplimos todos los días. Si no son años, son días. Lo que pasa es que hay cifras que son redondas y por ello tienen una significación especial. Estos números redondos son los que enmarcan y engloban acontecimientos que se van desarrollando en la vida de personas, colectivos y que hace que estos acontecimientos se recuerden de una manera un poco más especial. Eso pasa con las bodas de plata: son un aldabonazo para continuar en el proceso o en el camino de la vida.
Hace veinticinco años, el barrio de Tamaraceite, era un barrio del área metropolitana de Las Palmas de Gran Canaria, que, sin saberlo, le iba a tocar la lotería humana. El premio de una persona que iba a dejarse la piel en el y por el pueblo con el convencimiento de que un tal Jesús de Nazaret haría lo mismo. Un pueblo en el que la mayoría de las calles tienen nombres bíblicos, cuestas que hacen recordar que la vida está hecha de sudor, esfuerzo, quizás lágrimas….
Este buen hombre, recién llegado de Fuerteventura, no se le ocurre otra cosa que con la donación de un dinero (50.000 pts – que los más jóvenes hagan las cuentas para saber los euros que serían -) en un festival de un colegio, montar una radio. Una radio que nace en el baño de unos salones parroquiales, donde las condiciones de habitabilidad eran escasas, donde los aparatos eran escasos y algunos rudimentarios….y que donde el primer día de emisión se oía a Ana Torroja y al grupo Mecano, cantando JC. Una canción que – muchos no saben – está dedicada al carpintero de Nazaret. Y una pregunta en el aire: ¿alguien está escuchando algo?. Si es así, por favor llamen. Las llamadas se convirtieron en un aluvión: comenzaba a despertarse de un sueño.
Suso Vega, el creador y animador de, quizás, una imprudencia del momento, se ha convertido en un ídolo para un pueblo necesitado de escucha (como la radio), necesitado de comunicar sus anhelos y sueños (como la radio), necesitado de denunciar aquello que no funciona (como la radio). Había nacido, en Tamaraceite, la voz del pueblo y para el pueblo. Había nacido un evangelio radiofónico viviente, con un montón de citas bíblicas que no aparecen en la Biblia, y con un mensaje claro: esto es de ustedes y para ustedes.
La sencillez del nacimiento pronto caló y se hizo hueco y eco en medio del pueblo. Pronto la familia de dos o tres personas, fue aumentando de tal manera que aquel baño del comienzo se hizo chico, que los sueños eran mayores y había que ampliar y mirar hacia algo importante. Muchos son los nombres que han pasado por la radio, y que han dejado su huella; algunos se han bajado de esta maravillosa aventura, pero que también han dejado su huella; muchos han puesto y ponen su voz, su maestría en la técnica, su saber estar en las relaciones sociales….a todos y todas GRACIAS.
Este fin de semana que celebramos la jornada de Manos Unidas, manos unidas son las que hicieron posible la radio, todos juntos la sacaron adelante de tal forma que se convirtió en toda una emisora Diocesana, aunque no podrá nunca olvidarse de sus raíces.
Alguien decía que Radio Tamaraceite, emisora Diocesana, era una familia, familia donde se ríe, llora, se discrepa, se ilusiona, se anima…. pero al fin y al cabo familia.
Gracias a D. Ramón Echarren, a D. Francisco Cases, a D. José Mazuelos, a Cristóbal, a Jorge, Venerando, Víctor. Todos han puesto su granito de arena. Suso, Gracias por engendrar este maravilloso proyecto llamado Radio.
Hasta la próxima. Paco Mira.