El domingo 14 de junio celebramos la solemnidad del Corpus Christi: Cuerpo y Sangre de Cristo. Cristo nos regala su propio cuerpo y su sangre, misterio que celebramos en cada Eucaristía. Tenemos su presencia sacramental en el Sagrario, que viene a ser también nuestra fortaleza y nuestra esperanza.
El Señor alimenta a su pueblo y le da de beber para que viva y no muera. Ésta es la música de fondo que resuena en todas las lecturas de hoy. El Deuteronomio nos recuerda cómo, al salir de Egipto, Dios alimentó a Israel mientras atravesaba el desierto, nutriéndolo con el maná y saciando su sed con el agua que brotó de la roca. El evangelio de Juan, por su parte, se atreve a corregir al Antiguo Testamento y presenta a Jesús como el verdadero pan bajado del cielo. Su carne y su sangre son el auténtico alimento que procura la vida verdadera. Las referencias eucarísticas del pasaje saltan a la vista. Pablo, por su parte, saca las consecuencias comunitarias que se derivan de la participación en la mesa del Señor. Los que comen juntos de ese pan único que es Jesús no pueden luego vivir desunidos
Estas son las lecturas de este domingo y también les dejamos el vídeo del evangelio para verlo y disfrutar de la Palabra de Dios en familia.