La alegría que pregonan las campanas, los aleluyas que resuenan en el templo son un signo claro del gran gozo de este bendito día de Pascua. Nosotros somos bienaventurados, pues hemos alcanzado la vida nueva que Jesús resucitado nos transmite por su Espíritu. Hoy es el día dedicado a la Divina Misericordia y este es el don que recibimos de Cristo resucitado. Señor, aunque no te vemos con los ojos de la carne, nuestra ardiente profesión de fe es la del Apóstol Tomás ¡Creemos en ti, Señor nuestro y Dios nuestro!
Estas son las lecturas de este domingo y el vídeo del evangelio para verlo en familia.