Celebramos este domingo 15 de marzo el tercer domingo de Cuaresma. Las lecturas nos invitan a fijar nuestros ojos y nuestra vida en Dios, quien es la fuente de la vida. En este mundo tan materializado, hemos perdido el conocimiento auténtico de Dios. Hoy nosotros, como el pueblo de Israel, seguimos sedientos de Dios. Busquemos la Roca que nos salva, entrando en su presencia, para fortalecernos cada vez más en la gracia recibida en nuestro bautismo. El evangelio es de una riqueza incalculable; puede alimentar nuestra oración por muchos días. Dios se hace el encontradizo, en el momento y hora menos esperado. Jesús es quien inicia el diálogo con la Samaritana. El parte de lo sencillo y cotidiano: “Dame de deber”. Luego hace ver cuánto vale la samaritana, mujer despreciada por sus pecados y por ser de Samaría. De aquel encuentro, la mujer pecadora y despreciada sale como discípula de Jesús. La pregunta para nosotros hoy es: ¿quieres dejar hoy tu cántaro junto a Jesús e ir a proclamar que El es el Mesías y Salvador.
Estas son las lecturas de este domingo. Y el vídeo del evangelio.