La liturgia de este domingo, tanto como en la celebración de la palabra, como en el sacrificio mismo, nos habla del agradecimiento. Nosotros molestamos mucho, insistimos para que se nos preste un servicio. Sin embargo, no somos muy generosos en el agradecimiento. Como cristianos nos podemos llamar los «eternos limosneros» porque nuestras oraciones son, en su mayoría de petición. La liturgia de hoy nos presenta el agradecimiento de dos hombres por el don recibido que revela la calidad de su corazón. Aprendamos la lección, celebrando con entusiasmo la Eucaristía de hoy.
Este es el enlace de las lecturas de este domingo. Y también les dejamos con el vídeo del evangelio.