Estamos celebrando el décimo tercer domingo del ciclo litúrgico a través del año. Cristo, como los profetas, nos invita a seguirle. Su camino hacia Jerusalén fue camino hacia su muerte. Nuestro camino no es fácil. Para seguir a Cristo el único camino hacia la libertad perfecta es la Cruz. Respondamos a Cristo con todo nuestro corazón. Los que quieran seguir a Cristo, tal como lo propone el evangelio de hoy, tienen que desprenderse de bienes materiales, romper las ataduras con el pasado, incluyendo lo que más amamos, en caso que esto fuese obstáculo. Sólo así estaremos disponibles y seremos libres para anunciar el Reino de Dios.
Este es el enlace de las lecturas de este domingo. Además, vean y disfruten del vídeo del evangelio.