El domingo pasado terminamos el tiempo más importante del Año Litúrgico: los Cincuenta días de la Pascua. Y lo hicimos celebrando el don del Espíritu Santo.
Hoy, ya en el Tiempo Litúrgico Ordinario, resuena aún en nuestra asamblea la Pascua que hemos celebrado: el amor de Dios Padre, la salvación de Jesucristo y la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas.
Es la fiesta de la Santísima Trinidad: un día dedicado a contemplar el misterio de Dios que nos ama infinitamente, que nos acompaña siempre y que nos llama a vivir como familia suya, experimentando su amor, su paz y su unidad.
Abramos hoy el corazón al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Aceptemos hoy su invitación a formar con nosotros una comunidad de fe, de esperanza y de caridad.
Celebremos hoy con gozo, en esta Santa Misa, la belleza de nuestro Dios y su presencia misteriosa entre nosotros.
Este es el enlace de las lecturas de este domingo así como el vídeo del evangelio del día.